Introducción
Es mi intención redactar aquí mi experiencia del practicum con la Asociación Entrelibros. Mi primer acercamiento a esta asociación fue al escuchar la experiencia de una amiga y compañera de clase que había realizado las prácticas el año anterior con Entrelibros. Escuchar su relato, tan emotivo, conocer la labor de la asociación y atender su consejo de que realizase mi practicum con ellos, fueron algunas de las motivaciones para ponerme en contacto con esta asociación. Por lo que me habían contado, la Asociación Entrelibros utiliza y basa gran parte de sus acciones de intervención social en la literatura, los cuentos y la poesía.
Pero ¿en qué medida podían a mi interesarme ese tipo de intervenciones? Para explicar eso, es necesario relatar aquí algunos de mis antecedentes. Antes de iniciar mis estudios de Educación social, mi trayectoria profesional ha estado muy ligada a los cuentos. Me he formado como cuentacuentos profesional con diferentes maestros y también he realizado sesiones de cuentos infantiles en bibliotecas, librerías y centros cívicos. A través de mi experiencia y al conocer la existencia de la asociacion,se despertó en mi la curiosidad, me preguntaba como era posible darles una dimensión más social y más educativa a las sesiones de cuentos. Se me ocurrían muchas respuestas, pero realmente, solamente me acercaba ligeramente a las correctas, que he ido descubriendo a lo largo de estos meses con Entrelibros y con Juan Mata.
Una vez establecido el contacto con Juan Mata y recibido su aceptación debía iniciar mis primeras investigaciones sobre el tema. Mi tarea iba a consistir en documentarme sobre las posibilidades sociales y de desarrollo personal de la lectura. La intención que me guiaba era entender en qué se basaba la asociación Entrelibros, y para ello me serví de algunos libros, redacté mi propia reflexión personal y visité varias veces a mi tutor del practicum, Juan Mata. Uno de los libros que me sirvieron como base fue “El arte de la lectura en tiempos de crisis”, de Michèle Petit. En ese libro, la autora nos relata sobre sus experiencias a través de clubs de lectura, animaciones y lecturas de álbumes ilustrados, y reflexiona sobre las oportunidades que pueden dar estos encuentros a las personas que participan en ellos.
Otra tarea que realicé fue el escribir y recordar mi propia experiencia personal con los libros. Quería saber hasta qué punto los libros, los cuentos, habían participado en mi vida y en qué medida habían guiado mi propio desarrollo. Y, realizando eso, quedé sorprendida por los pequeños recuerdos que se fueron despertando. Surgieron recuerdos de los cuentos que nos leian nuestros padres antes de dormir, así como el regalo que le hacía yo a mi hermano muchos días, leyéndole al lado de su cuna algunos de mis cuentos favoritos como el Patito feo. La literatura ha causado un fuerte impacto en mi vida, y esta reflexión me ayudó a sentirme más cercana a la Asociación Entrelibros. Pude entender, gracias a mi experiencia, el porqué de la lectura en contextos más problemáticos, y comprender mejor mi propio proceso de desarrollo personal.
Y así, con estos antecedentes, me lancé la aventura de formar parte del equipo de Entrelibros durante unos meses.
testimonio-alicia-ruata