Parte de esos trípticos los hemos editado conjuntamente con la Asociación de Pediatras de Atención Primaria de Andalucía, pues consideramos que su mediación en esa tarea puede ser determinante. ¿Y por qué involucrar a los pediatras en la promoción de ese gesto sencillo y eficaz de leer a los hijos en voz alta? Pensamos que su autoridad puede ejercer una influencia decisiva en las familias, pues sus consejos, liberados de la carga académica y pragmática que a menudo tiñen los discursos escolares, pueden tener más repercusión. Pueden hablar con madres y padres de afectos, placeres, sentimientos, conversaciones, intimidades… en relación con los libros, sin que los abrume el peso de los resultados o las evaluaciones. Pueden hacerles ver que la lectura en voz alta que realizan a sus hijos es también una forma de cuidarlos, de procurarles bienestar, de alentar sus sueños y sus fantasías. Y eso es un gran logro.
En algunos de los enlaces de este blog pueden encontrar iniciativas pioneras en este campo llevadas a cabo en otros países.