Los programas de la Asociación Entrelibros se sostienen gracias principalmente al trabajo de los voluntarios (casi es obligado decir aquí ‘las voluntarias’, pues la desproporción entre unas y otros es abrumadora). Son ellas, junto a sus compañeros, las que hacen posible que Entrelibros actúe, imagine, crezca. El valor de su entrega es inconmensurable. Como tampoco puede medirse nuestra gratitud.
Su presencia es más o menos duradera. Están sujetas a los vaivenes de sus trabajos o estudios. O de sus intereses. El tiempo que nos ofrecen es siempre un maravilloso regalo.
En el comienzo de las actividades del nuevo curso queremos traer aquí el recuerdo de Sandra González del Pino, una de nuestras más preciadas voluntarias. Ha estado con nosotros casi tres años y ahora que ha regresado a su lugar de origen ha querido enviar un testimonio de su paso por Entrelibros.
Nos sentimos profundamente conmovidos y agradecidos.