Sentirse libre, I

En abril de este año, la Asociación Entrelibros se implicó en el sostenimiento de los clubes de lectura existentes en el Centro Penitenciario de Albolote – Granada, que habían puesto en marcha tres estudiantes de Educación Social de la Universidad de Granada, Antonio, Rosa y Juan, durante su periodo de prácticas. Aceptamos la invitación sabiendo que nuestra participación podía evitar que se extinguiera una iniciativa tan importante. Desde entonces, una vez a la semana, los viernes, hemos estado compartiendo lecturas y reflexiones con internos e internas de los módulos 10 y 13, cuya hospitalidad y atenciones han sido extraordinarias.
Al comenzar la experiencia no sabíamos exactamente lo que nos esperaba. Todo era incierto. Las circunstancias de los lectores y el ambiente en que se realizan las lecturas pueden hacer que las mismas palabras alcancen significados totalmente distintos. Pero tal vez esa diferencia sea lo más enriquecedor. Las palabras no se leen ‘dentro’ de la misma manera que se leen ‘fuera’. Lo común, lo compartido, es no obstante la aceptación de la literatura como oportunidad para reflexionar, para juntar vidas, para provocar emociones. Al cabo de los meses no caben más que confirmaciones del poder liberador de los libros.
Algunas de las lecturas con el grupo de los hombres las hemos hecho en el patio, cuando el tiempo lo ha permitido, mientras a nuestro alrededor otros internos corrían o escuchaban música o simplemente paseaban. Muchas veces me he preguntado qué pensarían de aquel pequeño grupo que rompía las rutinas y se juntaba a conversar sobre libros y, naturalmente, sobre la vida, la de cada cual y la de todos.

Como clausura de las actividades, la Asociación Entrelibros promovió un encuentro de los participantes en los clubes de lectura para que tuvieran la oportunidad de expresar en voz alta el sentido de su experiencia como lectores y oyentes.

Y puesto que sus palabras son lo que importa, en esta y en sucesivas entradas vamos a ir reproduciendo (sin dar los nombres de sus autores) los textos que escribieron y leyeron públicamente en ese acto. Es el mejor testimonio del valor de la lectura.

Stefania

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ALBOLOTE A MARTES 19 DE JUNIO DE 2012   16’OO H.  P.M.

Un dia en la asamblea que hacemos todos los dias en el módulo 10, que es en el que estoy, por ahora, despues del desayuno, Don José Manuel, el Educador del módulo, dijo que iba a realizarse una nueva actividad, un CLUB DE LECTURA, que las personas que estuvieramos interesadas nos apuntaramos, y yo lo hice. Os puedo asegurar que es una de las actividades con las que más he disfrutado, habeis conseguido, vosotros los voluntarios, que tanto bueno me habeis aportado, una cosa que yo pensaba que jamás conseguiría estando entre estos muros, sentirme libre, dejar que mis pensamientos hayan aflorado, porque he reido, he llorado, he viajado a otros lugares, he sufrido, como si yo fuera el personaje del libro, he conseguido hasta que suba un poco mi autoestima.

Con los voluntarios que más he tratado ha sido con Antonio y Estefania. Solo puedo decir que muchísimas gracias por estar ahí.

Yo llevaba años sin leerme un libro, debido a mi etapa oscura, que he sufrido años atrás antes de entrar en prisión. Vosotros los voluntarios del CLUB DE LECTORES, poco a poco, casi sin darme cuenta, habeis conseguido que vuelva a leer libros y a dejar esos temores míos de no verme capaz de empezar algo y terminarlo bien. Por eso, me alegro cantidad de pertenecer y participar en esta actividad. Cada libro que he leido y cada libro que leeré vendrá siempre conmigo, lo llevaré siempre en mi memoria. Me gustaría que esta actividad no acabara, aunque también comprendo que no depende de vosotros/as, los voluntarios/as, ni de nosotros/as los presos/as.

Estefania pronto dará a luz, y quiero que sepa que me transmite una paz, una tranquilidad, una energia positiva, que pocas personas lo hacen. Te deseo lo mejor, al igual que a Antonio y a todos los demás. También felicito a todas las chicas del grupo, ya que tenemos una buena y gran participación.

Un gran abrazo de T. V. M. 

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