Alguien nos lee

Estos recuerdos de Astrid Lindgren, la inolvidable autora sueca, sobre su entrada en el mundo de los libros a través de la voz, pueden servir de frontispicio para el blog de la Asociación Entrelibros.
«Empezó en la cocina de Kristin cuando yo tenía unos cinco años. Hasta entonces había sido una especie de animalito que con ojos, orejas y todos los sentidos aspiraba sólo aquello que era naturaleza. Que también existía una cosa llamada cultura lo supe cuando mis piececitos calzados con botas me llevaron a la cocina de Kristin, donde de pronto me rozó un soplo distinto.

Kristin estaba casada con nuestro mozo vaquero, pero lo más importante es que era la mamá de Edit. Esa Edit (¡bendita sea siempre y para siempre!) me leía cuentos del gigante Bam-Bam y del hada Viribunda y hacía vibrar mi alma de una forma que aún hoy noto algo de ello. El milagro se produjo en una cocina pequeña y pobre, que ya no existe, pero desde aquel día no hay otra cocina para mí en todo el mundo. Si leo algo referente a una cocina, o lo escribo yo misma, sucede invariablemente en la cocina de Kristin…».

Astrid Lindgren, Mi mundo perdido.

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